21/4/10

Aparta de mi este caliz

Qué jolgorio y que salero.

Si obviamos que apoyando al beato dieciochesco abundaban los fachas de postal, con sus foros de familiabien y sus rojigualdas bien repletitas de corazones y pollos, bien podríamos decir que el sarao que montaron los católicos tuvo su gracia y hasta su recompensa en forma de colección fotográfica monjil.
Una pena que en vez de 20.000 solo fueran 11.998 los fieles que se concentraron (en orden y beatitud) en la Acera de Recoletos, puede que incluso bastantes menos, aún a pesar de cerrar sus templos, llenar la ciudad de carteles y de recibir un misterioso apoyo institucional.

Nuestra llegada fue justo después de repartir las hostias. No pasa nada, la intención era evangelizarlos, pero pinchamos hueso. Nuestros mensajes subliminales no tuvieron mucha acogida, algo mejor las estampitas pero a toro (o mejor dicho santo) pasado. Por allí vimos a muchos chalequeros, vigilantes, que no paraban de ofrecerte increíbles recreaciones del rostro del beato, muy aseado y con raya a un lado.
¿Todo falso? No del todo, algunas revelaciones también se nos mostraron ante nuestros ojos. La edad media de los devotos es bastante elevada. El invento peligra y por eso decidimos aconsejar al que fue papable y al trencilla de los obispos. Este, pequeñito, amarillo y algo vivaz, casi que nos miró de soslayo y hasta apreciamos una sonrisa cómplice ante nuestra presencia. Nos bastó con eso. Acto seguido sus amigos y familiares lo arroparon y cubrieron de alabanzas. Nosotros nos fuimos casi levitando con una sonrisa de oreja a oreja. No hicimos caso a una simpática monja que ofrecía posters, camisetas y diuvedes del santo varón.



No paraban ahí las sorpresas. La devoción y el compromiso abraza hasta las almas más puras y tuvimos la dicha de ver a un monaguillo que es paisano del beato. Nos contó como la masa devota no encontró reparos en recoger todo tipo de reliquias y recuerdos del acontecimiento. Hasta unas piedras se llevaron.

En el regreso vimos una compleja conga circular. A estas alturas de la ceremonia ya habíamos sido demsiado 'iluminados' y contagiados de beatitud. Sorteamos el círculo, vimos al profeta y comprendimos en ese instante que nos encontrábamos en una misión de Dios...

2 comentarios:

  1. Tremendo, tremendo. Solo faltó sacar a Rouco Alicates en hombros por Filipinos

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  2. Vaya baño de multitudes, con pollo incluido...
    Desde luego...

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