15/5/09

en las Semis eurovisivas


Ya sabrán que estamos a las puertas de una nueva jornada eurovisiva, por lo que ayer me anime a ver la segunda semifinal, la cual emitieron en directo los de la tv pública.
La ceremonia estuvo perfectamente realizada, sin interrupciones por parte de los muy pintorescos presentadores (vaya pelucas se gastan los tártaros) y con escasa publicidad turística a la cultura del país anfitrión, algo, esto último, que seguramente crezca en la emisión de la final.
El comienzo de la emisión fue entretenido y espectacular, con una especie de megamix de antiguas canciones ganadoras del festival, interpretadas por parte de una banda tradicional eslava con unos arreglos modernos y aderezada por unas bailarinas típicas. Sirvió para comprobar como son las canciones anteriores a los 80 (años 60 y 70) las que siguen permaneciendo en la memoria colectiva de la gente. Del conjunto de 10 temas que tocaron, por lo menos 7 pertenecían a la edad dorada del festival. Aprovechando esta actuación se mostró también el potencial que ofrece el escenario, totalmente repleto de pantallas digitales (incluido el suelo), con mucha pirotecnia y con dos matrioskas digitales de tres metros muy pizpiretas.
No voy a ponerme a desgranar las 19 actuaciones que se sucedieron, pero si un poco la primera impresión que me llevo del conjunto.

La "batalla" entre canción y puesta en escena sigue abierta, aunque año tras año se va decantando la balanza porque prime la segunda. Se prima más, de este modo, no que la interpretación vocal tenga dosis de excelencia, sino que cada vez cobra más peso en el conjunto de la actuación la gimnasio, el atletismo, el pechamen, los efectos especiales y la coreografía. ¿Más entretenido y espectacular? Probablemente, pero todo ello a costa de que casi todas las canciones salgan del mismo patrón. Producción discotequera del montón, interpretación a cargo de una modelo, gimnasta o tía/tío buena/o y unos cuantos bailarines dando saltos y sudando a borbotones.
Así resulto ciertamente lamentable ver como algunos interpretes estaban más pendientes de donde tenían que colocarse para la próxima pirueta o de que paso tendrían que dar, jadeando y entrecortándose su voz; un instrumento (el de la voz) que es el único que se realiza en directo. Algo lógico escuchando como están elaboradas el 90% de las canciones.
Entre todos los candidatos de esta semifinal, la cual (vuelvo a repetir) me resulto gratamente entretenida, pues ví un cierto abismo entre unas 5 o 6 interpretaciones y el resto. Se apreciaba como en algunos países se curran su canción, con producciones y puestas en escena en algunos casos dignas de un concierto de Madonna o de la Kily Minogue. Por ejemplo aquí tienen a la ucraniana (una de mis favoritas), toda voloptuosidad y sexualidad a flor de piel, que ya se sabe que una teta tira más que cien acordes...

Y como está bastantes más: la rusa, la de Albania (que oh sorpresa pasó a la final...) y alguna eslava jamona más.
En el lado masculino (o no, pues dicen que si el tipo este hace a pepino más que a mejillón) está el griego, que al igual que la de Ukrania, pues de cantante tiene más bien poco, dado que su verdadera profesión es la de gimnasta y bailarín. Pero ¿para qué están sino los coros y la sobreproducción musical?. Pues para lo que sigue a continuación:

Dicen que es uno de los favoritos, pero a mi me resulta bastante cansino y su música un tanto convencional. Al final se hace hasta larga... Pero nadie puede dudar que los helenos se lo siguen currando.
Y ahora el gran favorito ( y aquí coincido con los expertos del tema), el chaval noruego que compone, toca el violín, canta y actua. Mr. Alexander Rybak:

Tema bastante pegadizo, bien producido, y con una interpretación muy lograda (buenos bailarines). Todo apunta a que la emoción puede estar en saber que otros dos países cierran el podio de este año.
Como curiosidad y por colocar algunos de los temas que me han gustado, pues diré que la canción francesa me parece muy buena. Se arriesgan, sí, pues prima más la canción que la actuación. Si bien su tono y melodía, por desgracia para los galos, no este acorde a los nuevos tiempos. Pero puede haber sorpresas.

Ya el año pasado nos divertimos mucho con Sebastian.
El ejemplo francés me sirve para apreciar otro aspecto interesante: la escasez de actuaciones... digamos humorísticas o frikis. Algunos lo hicieron, en la celebración del 2008, con estilo y buena música (Francia o Bosnia), mientras que otros daban pena (spain).
Pero este año sequía total. Ayer solo el candidato Serbio parecía tener ganas de risas. Pero la canción me resultó un tanto sosa y su puesta en escena no pasó de lo correctito. Mal intento.
Este año, en cambio, si que hay una presencia casi constante y hasta un poco abrumadora de los arreglos de cuerda con la presencia de cellos, violines y violas. Será que dan un aire cultureta...Las de Estonia (muy moninas ellas) rizaron el rizo:

Pasaron de refilón a la final. Otros, por suerte para el buen gusto, se quedaron para el camino. Y es que por momentos parecía que el fantasma de Luis Cobos haría acto de presencia.
resaltar que en esta edición también hay una cantante digamos profesional. Se trata de la israelí Noa, que presenta un tema en conjunto con una cantante palestina. Todo muy políticamente correcto intentando engañar al personal... en fin. El tema es ñoño y hasta cursi. Desconozco si están clasificados, pero ya se sabe que lo emocional también vende.
Más sorpresas hubo con la clasificación del amago de reaggeton de los de Azerbayan o con la "tirolesa" moldava.
También me enteré que unos de Dinamarca también pueden quedar en buena posición, ya que su canción está producida por un boyzmen de esos que tanto engatusaban a las féminas de los 90. Canción correcta, pero interpretada por un metrosexual de esos que dan grima.
Y hablando de grima, no vi nada Emo o que se lo pareciera. A lo mejor les dejaron a todos en la primera semifinal...
Mejor así.
Nada más. Dentro de unos días estaremos aquí para narrar el resultado final de todo esto.
¿y España? pues mal, gracias.

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