El tema es que la fiesta funcionó, aún a pesar de las ausencias lloradas. Y como se ha demostrado a lo largo de los últimos años, los bodegogos funcionan mejor bajo la vigilancia estimulante de la improvisación y del caos cultureta. Tanto fue así, que en menos de una hora se preparó comida y decoración al uso. Impecable.
El festival comenzaba con puntualidad marcial. La sopa juliana al estilo chiki chiki amenazante y todo carne iba siendo devorada junto con los canapes europeistas, todo ello al son de las primeras baladas de la noche... Rumania, Uk, Alemania, Georgia, ... los Bosnios que bordaron la puesta en escena, junto con el galo que tampoco se quedó atrás... luego vino el parón televisivo por culpa de unos hevi-fineses de cartón piedra vulgares y soseras (que tiempos aquellos) que daría paso a una invasión emo en toda regla: Azerbaijan, Turquia y hasta el Ruso plagiador (pero a la postre vencedor) nos dieron un par de sopapos de dura realidad musical.
Después del vino y antes de los postres, vendrían en nuestra ayuda las carnes mas R&B de Grecia y sobre todo de la ucraniana, que provocó a un Uribarri del todo calenturiento y atrevido.
Con todo el pescado vendido salió el artista, para montar el cristo y quedarse en una broma zafia y mal rematada.
Resumiendo... que si bien el festival va tocándose (de nuevo) de un cierto aire festivo, eché de menos canciones más alegres, sigue el empacho de baladas y afloran los nuevos gustos comerciales.
Ayy, que tiempos aquellos de los 60 y 70, con sus orquestas y con los grandes intérpretes. Bueno, nos consolaremos con Monica Aspelund:
Y ahora si quieren llevar hevi... pues que lleven hevi:
(todas las fotos de está crónica son -cc- y las tomó proteusbcn)
Viva La Ponia
ResponderEliminarque viva.
ResponderEliminarCover-band de la srta. Aspelund ya!!